Los tratamientos de reproducción asistida de alta complejidad permiten lograr el embarazo cuando existen obstáculos médicos mayores. Incluyen la fecundación in vitro (FIV), ICSI, ovodonación, uso de esperma donado y opciones ante azoospermia.
Cuando los tratamientos de baja complejidad no resultan eficaces o existen diagnósticos que impiden la concepción natural, se recurre a los tratamientos de reproducción asistida de alta complejidad. Estas técnicas, aunque más avanzadas y tecnológicamente sofisticadas, han permitido que millones de personas en el mundo cumplan el sueño de ser madres y padres.
La fecundación in vitro es uno de los tratamientos más conocidos y consiste en extraer óvulos de la mujer, fecundarlos con espermatozoides en un laboratorio, y transferir el embrión al útero.
Está indicada en casos de:
El ICSI es una variante de la FIV en la que un solo espermatozoide es introducido directamente en el óvulo mediante una microaguja. Se utiliza principalmente cuando hay factor masculino severo, como:
Cuando los óvulos propios no son viables —ya sea por baja reserva ovárica, menopausia precoz, fallos previos de FIV o enfermedades genéticas— se recurre a la ovodonación.
En este procedimiento, una mujer joven y sana dona sus óvulos, que luego son fecundados con el esperma de la pareja o donante, y se transfieren al útero de la receptora.
Las tasas de éxito con ovodonación superan el 60% por ciclo, especialmente en mujeres mayores de 40 años.
El <strong>uso de esperma donado</strong> está indicado en casos de:
<ul>
<li>Ausencia total de espermatozoides (azoospermia no obstructiva)</li>
<li>Portadores de enfermedades genéticas graves</li>
<li>Mujeres solteras o parejas lesbianas</li>
</ul>
El esperma se obtiene de bancos de semen con todos los controles sanitarios y genéticos. Se puede utilizar tanto para IIU como para FIV.
La azoospermia es la ausencia de espermatozoides en el semen. Puede ser:
En caso de azoospermia obstructiva, se puede realizar un TESE o MESA, técnicas quirúrgicas que permiten recuperar espermatozoides directamente del testículo para utilizarlos en ICSI.
Los tratamientos de alta complejidad abren nuevas posibilidades cuando todo parece difícil. No solo existen opciones adaptadas a cada diagnóstico, sino también a cada realidad emocional y familiar. La clave está en consultar con un especialista en reproducción asistida que evalúe tu caso y te guíe con empatía, conocimiento y esperanza.
¿Estás lista para explorar las opciones más avanzadas? Agenda tu consulta y descubre qué técnica puede ayudarte a lograr el embarazo que tanto deseas.