El factor masculino representa el 40% de las causas de infertilidad. Aprende cuáles son las alteraciones más comunes que afectan la calidad espermática y cómo se evalúa y trata la fertilidad en el hombre.
La fertilidad masculina juega un papel tan importante como la femenina en la concepción. Se estima que el 40% de los casos de infertilidad están relacionados con factores masculinos, ya sea de forma exclusiva o combinada. Por eso, cuando una pareja no logra el embarazo después de intentarlo durante 12 meses, es fundamental evaluar la salud reproductiva del hombre con el mismo rigor que la de la mujer.
El factor masculino se refiere a cualquier alteración en la cantidad, calidad o funcionalidad de los espermatozoides. Estos problemas pueden estar relacionados con la producción espermática, el transporte del esperma o condiciones médicas y genéticas.
Estos tres términos hacen referencia a:
Es una dilatación anormal de las venas del escroto que puede aumentar la temperatura testicular y afectar la producción de espermatozoides.
Desequilibrios en la testosterona, la LH y la FSH pueden impactar negativamente la producción espermática.
Cuando existe un bloqueo en los conductos deferentes o la uretra, los espermatozoides no pueden salir con normalidad.
La diabetes, la obesidad, el tabaquismo, el alcoholismo y el estrés excesivo también pueden disminuir la calidad espermática.
El estudio principal es el espermatograma o seminograma, un análisis del semen que mide:
Dependiendo de los resultados, se pueden solicitar exámenes adicionales como:
Las opciones de tratamiento varían según el diagnóstico, pero incluyen:
El factor masculino es una causa frecuente de infertilidad y debe abordarse con naturalidad y sin prejuicios. Una evaluación oportuna puede evitar años de incertidumbre y abrir la puerta a tratamientos exitosos.
¿Estás listo para conocer tu fertilidad? Si llevas más de un año intentando concebir, acude junto a tu pareja a una clínica especializada y da el primer paso hacia el diagnóstico y tratamiento adecuado.