Cuando las trompas de Falopio están obstruidas o fueron ligadas, concebir naturalmente se vuelve muy difícil. Pero la ciencia ofrece alternativas como la fecundación in vitro (FIV). Descubre tus opciones para lograr un embarazo.
Las trompas de Falopio son un componente fundamental del sistema reproductor femenino. Su función es permitir el encuentro entre el óvulo y el espermatozoide, dando paso a la fecundación. Cuando estas trompas están obstruidas, dañadas o han sido ligadas quirúrgicamente, se pierde la conexión entre ovarios y útero, haciendo imposible la concepción natural.
Sin embargo, esto no significa que el embarazo sea imposible. Gracias a la medicina reproductiva moderna, existen opciones eficaces para mujeres que desean ser madres a pesar de estos obstáculos.
Las principales causas incluyen:
El examen más común es la histerosalpingografía (HSG), un estudio radiológico con contraste que permite visualizar la permeabilidad de las trompas. También se pueden utilizar la laparoscopia diagnóstica o ecografías especializadas.
En algunos casos, es posible revertir la ligadura mediante cirugía. Este procedimiento es más viable si la ligadura se realizó con clips o anillos y si no ha pasado mucho tiempo desde la intervención. Sin embargo, no garantiza el embarazo y puede aumentar el riesgo de embarazo ectópico.
La fecundación in vitro es la opción más segura y efectiva en casos de trompas no funcionales o ausentes. En este procedimiento, el óvulo se extrae y se fecunda con el esperma en el laboratorio. Luego, el embrión se transfiere directamente al útero, sin necesidad de que las trompas participen.
Si además de las trompas hay otros factores como edad avanzada o baja reserva ovárica, puede considerarse el uso de óvulos de donante combinados con FIV.
Las tasas de éxito de la FIV en mujeres con trompas ligadas o bloqueadas varían según la edad, la calidad ovocitaria y el estado del útero, pero pueden superar el 50-60% por ciclo en mujeres menores de 35 años con buen pronóstico.
Es completamente válido cambiar de opinión. Muchas mujeres que se realizaron una ligadura tubárica por decisión personal o circunstancias pasadas, hoy desean formar o ampliar su familia. En estos casos, la FIV ofrece una solución concreta sin necesidad de cirugía reversiva.
Tener problemas de trompas no cierra la puerta a la maternidad. La ciencia reproductiva ha avanzado lo suficiente para ofrecer opciones eficaces, seguras y personalizadas. La clave está en consultar con un especialista que evalúe tu caso y te indique la mejor ruta para cumplir tu deseo de ser madre.
¿Lista para recuperar la esperanza? Agenda tu consulta con un centro de fertilidad y descubre qué tratamiento se adapta mejor a ti.