Si ha pasado un año intentando concebir sin éxito, es momento de acudir a tu primera consulta de fertilidad. En ella descubrirás las causas posibles y los tratamientos disponibles, desde opciones naturales hasta técnicas de alta complejidad.
Si ha pasado un año desde que dejaste los métodos anticonceptivos y has intentado quedar embarazada sin éxito, es completamente válido comenzar a preguntarte si algo no está funcionando bien. Este es el momento perfecto para considerar tu primera consulta de fertilidad, una cita clave que puede marcar el inicio de un nuevo camino hacia la maternidad.
La recomendación médica general establece que si una pareja menor de 35 años lleva 12 meses teniendo relaciones sexuales regulares sin protección y no ha logrado un embarazo, es recomendable consultar a un especialista en fertilidad. Si tienes más de 35 años, este periodo se reduce a 6 meses.
Esta evaluación temprana puede ayudarte a detectar a tiempo posibles causas como:
Durante esta primera cita, el especialista hará un análisis completo de tu historial médico y reproductivo, estilo de vida y hábitos. También solicitará estudios iniciales como:
La idea es tener una visión clara de tu situación para ofrecerte opciones personalizadas. Estas pueden ir desde tratamientos de baja complejidad (como la estimulación ovárica o la inseminación artificial) hasta técnicas de alta complejidad como la fecundación in vitro (FIV).
Siempre que sea posible, se recomienda asistir en pareja. La fertilidad es una cuestión de ambos y el 40% de los casos de infertilidad se deben a factores masculinos. Ir juntos permite una evaluación más rápida y un abordaje más integral.
En algunos casos, los exámenes no revelan ninguna causa aparente, lo que se conoce como infertilidad inexplicada. Aún así, el especialista puede guiarte con un plan de acción que incluya cambios de hábitos, seguimiento del ciclo ovulatorio o tratamientos complementarios que aumenten tus probabilidades de embarazo.
Tomar la decisión de acudir a una primera consulta de fertilidad no es signo de fracaso, sino un acto de amor propio y de compromiso con tu deseo de ser madre. Hoy existen múltiples caminos para lograrlo y cada historia es única. La clave está en actuar a tiempo y acompañarte de profesionales especializados.
¿Sientes que es momento de dar el siguiente paso? Agenda tu primera consulta de fertilidad y comienza a construir con información y apoyo el camino hacia tu maternidad.