La conducta y las actitudes se proyectan en nuestro bienestar psicoemocional.
La infertilidad y los problemas de parejas están íntimamente vinculados
Cada pensamiento genera una emoción y las emociones movilizan un ciclo hormonal
Después de los 35 años la tasa de fertilidad comienza a decrecer notoriamente
Un diagnóstico confiable y a tiempo puede ser el principio de la solución en fertilidad
Se incrementa el postergar la maternidad por factores de índole profesional, laboral y económico
La edad de la mujer es clave a la hora de mejorar la probabilidad de concebir con y sin ayuda de la fertilizacion asistida
Mantener una actitud positiva y acudir a apoyo psicológico y/o aterapias integrativas (acupuntura, reiki, reprogramacion....) ,te ayudan a mantenerte centrado en tu objetivo... Ser madre, ser padre.
La Endorfina, la hormona de la felicidad, incrementa la posibilidad de un positivo en un tratamiento de fertilidad
A medida que el hombre envejece, el ADN contenido en los espermatozoides comienza a fragmentarse provocando infertilidad
Cuando existe un alto nivel de estrés, se dispara el nivel de Cortisol, lo cual afecta la salud emocional y la fertilidad
Los grandes fumadores tienen problema en el recuento espermatico y de su motilidad y la ingesta excesiva de alcohol se relaciona con alteraciones en la calidad seminal (teratospermia y oligospermia)
La presión social incide negativamente en la fertilidad
La obesidad está asociada no la alteración de los parámetros seminales y niveles más bajos de testosterona